miércoles, 30 de enero de 2013


PRINCIPIOS INSTITUCIONALES

DISCIPLINA.Es la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un propósito específico. Se adquiere mediante la autoexigencia, es decir, la capacidad de pedirnos a nosotros mismos un esfuerzo “extra” para ir haciendo las cosas de la mejor manera.
ORDEN.Se adquiere cuando nos comportamos de acuerdo con unas normas lógicas necesarias para el logro de algún objetivo deseado y previsto, en la organización de las cosas, en la distribución del tiempo y en la realización de las actividades, por iniciativa propia, sin que sea necesario que nos lo recuerden.
PARTICIPACIÓN.Participando activa y democráticamente se alcanzan los logros propuestos en una visión colectiva del actuar humano. La participación exige compromiso, sentido de pertenencia y amor por la Institución.
RESPETO POR LAS IDEAS AJENAS.Las ideas propias son importantes pero también lo son las ideas de los demás. Los criterios propios cuando se confrontan con los de los demás, democratizan las relaciones interpersonales y ayudan al crecimiento y madurez de las sociedades humanas.
AMOR A LA LIBERTAD.Es la opción de actuar personal y socialmente cumpliendo los deberes y exigiendo los derechos legalmente reconocidos. El equilibrio y coherencia entre ambos genera una mentalidad libre de dogmatismos y ortodoxias que encierran y maniatan al ser, impidiendo el pleno desarrollo de la personalidad.
BÚSQUEDA DEL SABER.El estudiante “cardenalicio” ha de ser consecuente con su rol de mediador cultural. Mediante el desarrollo de la dimensión cognitiva ha de coadyuvar al fortalecimiento científico, deportivo y artístico de la comunidad, y ha de enrutarse por los senderos del pensar, de la ciencia y el desarrollo de la inteligencia, para poder observar al mundo con una óptica abierta, reflexiva, analítica y crítica.
BÚSQUEDA DEL SER.A través de la dimensión afectiva inicia un proceso de identidad que fortalece mediante el pleno desarrollo de su personalidad, la cual lo lleva a quererse, amarse, respetarse, valorarse a sí mismo en el marco de una alta autoestima para así poder proyectarse a los demás e irradiarlos de comprensión cariño y amor.La consigna es “acariciar el alma de todo aquel que se cruce en nuestro camino”. “Haz de la meditación y la reflexión tus soportes sustantivos para un mejor estar del espíritu propio y el de los que te rodean”.BÚSQUEDA DEL HACER.Pensando, sintiendo y haciendo es como realmente se puede llegar a ser una persona integral. Se deben hacer cosas desde el campo del saber y del ser para beneficio propio, de los que nos rodean y de la sociedad que nos acoge en su seno. Se debe tener en cuenta el pensamiento de Demóstenes: “Las palabras que no van seguidas de los hechos, no cuentan para nada”.
EL TRABAJO.Nada en la vida es fácil y tampoco se da por generación espontánea. Las cosas que se desean cuestan y en muchas ocasiones demandan esfuerzos y sacrificios. Luchando con ahínco, bregando con perseverancia y exigiéndose a través del trabajo tesonero y difícil, los propósitos personales se harán realidad.
LA CULTURA.La cultura representada con la música, la literatura, el teatro, la pintura y la poesía, debe ser preocupación constante del niño, del joven y del adulto cardenalicio. Se debe considerar como variables fundamentales para enriquecer los sentimientos del individuo y como sublimizantes de los instintos de violencia que pueden encontrarse en el corazón humano.
LA VIDA.La vida tiene un sentido y una misión, que es necesario descubrirlos para comprender que es sirviendo a los demás como mejor se le puede rendir culto a ella. “Un día tras otro día son la vida”, pero que “ese día tras otro día” sean siempre fructíferos y pletóricos de ser cada vez mejores, más justos y más responsables.
SENTIDO DE PERTENENCIA.Reconocer la filosofía, la misión, la visión, los valores y el perfil del egresado cardenalicio, permite despertar en cada uno el sentido de pertenencia a la institución; vibrar con orgullo cuando se escuchan las notas marciales y musicales de su himno o cuando se lean sus versos y sus estrofas. Llevar al colegio dentro de sí es la consigna, y ello sólo es posible si se asume su horizonte como algo propio y que da sentido al actuar diario. La institución debe ser parte integral de tu corazón, de tu vida, de tu presente, de tu futuro por tu comportamiento y proyección social.
LA PAZ.Es un principio capital que como estudiante cardenalicio se tiene como la misión de promulgar y defender pero utilizando herramientas como saber escuchar al otro y generar el diálogo. La paz no se puede construir con la violencia. Tú contribuirás a una patria pacífica si desde tu corazón cultivas los valores patrios, familiares, escolares, sociales y éticos. La paz debe convertirse en una búsqueda permanente porque no es luz fugaz de un momento.El pensar, el sentir y el operar podrán estar dinamizados por la paz si existe una fe de que ello no es una quimera sino toda una realidad.

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